En esta ocasión el yearling no viajaba sólo ya que unos meses antes, en las ventas de foals de Goffs, junto con mi amigo Cristian Cortacans, habia comprado una foal hija de Statue of Liberty y Rainbow Lass, por Rainbow Quest. La foal, que había nacido el día de San Jorge, era negrilla, lucera y con un ojo blanco (ojo fiero), habiendo dado desde el mismo día de su compra evidentes síntomas de tener una personalidad bastante fuerte, aunque de esta yegua hablaré mas adelante.
Wild Gina y Sirius emprendieron viaje a Tierra Ibera a donde llegaron a mediados de junio de 2007 para que Roberto los preparase de cara a la subasta.
Tras varios meses de preparación en Palencia, en la subasta de la Asociación que dirige Fernando Melchor las cosas no pintaron tan bien como el año anterior y Sirius, el hijo de Magic Flight nacido en 2006, no cambio de manos al no cubrir la reserva.
A pesar de la decepción, por que el potro estaba muy bien presentado, tengo que admitir que no fue una sorpresa que Sirius no cubriera el precio de reserva. El potro, físicamente más delicado que su hermano, tenía evidentes síntomas de no ser nada precoz y si a eso le añadimos que en 2007 el mercado español de yearlings estaba colapsado por la oferta, y que todo propietario quiere recuperar la inversión rápidamente, el hecho de no alcanzar la reserva no fue nada sorpresivo.
El problema era qué hacer con el potro. La idea era llevarlo de nuevo a Tierra Ibera, aunque pronto, gracias a la generosidad de Ovidio Rodríguez, Sirius paso a engrosar la cuadra de este buen preparador español y, siempre con miras a su venta, a mediados de septiembre de 2007 entró en entrenamiento.
El potro, que siempre ha dado muestras de ser sumamente tranquilo de fácil de manejar, una vez más demostró su buen carácter y pronto, escasos dos días después de llegar a la cuadra de Ovidio, tuve noticias de que estaba montado y casi domado. Aunque me sorprendió la rapidez del preparador, no me extrañó en exceso que fuera tan fácil de manejar aunque, he de admitir, la idea de tanta velocidad en la preparación de cara a su futura vida deportiva no me hacía demasiada gracia en un potro inmaduro y delicado.
Tras dos meses de estancia con Ovidio y su hijo Jorge, cuando el aún yearling ya estaba trotando, opté por parar en seco su entrenamiento en base a una razón para mí fundamental; Sirius era un niño grande, inmaduro y necesitado de tiempo para hacer su hombre, y la estancia en un box todo el invierno, trabajando de cara a su carrera deportiva, no era la mejor idea para evitar una lesión.
A principios de noviembre de 2007 hable con mi amigo Carlos Vázquez, propietario de Haras de Ulzama, la mejor yeguada de cría de caballos de carreras de España, para pedirle el favor de que me dejara tener a Sirius unos meses suelto en el campo. La generosidad de Carlos hizo el resto y a finales de noviembre de 2007 Sirius piso por primera vez los verdes prados de Ulzama.
Allí, en el norte de Navarra, le esperaban unos meses de vida tranquila, relajada, suelto por el día y al cobijo de una buena cuadra por la noche, y siempre bajo los atentos cuidados de Pedro, Isabel, José Luís, Facundo y el resto del equipo de Haras de Ulzama a los que, en honor a la verdad, nunca podré agradecer cómo lo han mimado y cuidado durante el tiempo que se ha prolongado su estancia.
Los meses pasaban y Sirius iba creciendo, se iba haciendo un hombre. Llegó la primavera y con ella su interés por las féminas. Con la temporada de cría y el celo de las yeguas el hijo de Spartacus comenzaba a prestar excesivo intereses a las yeguas de la yeguada, por lo que ya maduro y hecho un caballo, opté por enviarlo al hipódromo para que diera comienzo su vida de carreras.
Pocos días antes de su salida hacia La Zarzuela me puse en contacto con la SFCCE para definitivamente ponerle el nombre de Sirius en su documentación. Ante mi sorpresa, en España no podían hacer nada por que, al haber nacido en Irlanda, me tenía que entender con Weatherbys. Tras varias llamadas a la sección de nombres de Weatherbys me quedó claro que no podía utilizar el nombre de Sirius, en ninguna de sus modalidades, y me recomendaron que le pusiera otro distinto. Probé con varios más pero nada, todos ocupados, aunque al final me quedó uno libre; Autumn Wind.
El 23 de abril de 2008 Autumn Wind desembarcó en el hipódromo de La Zarzuela y fue estabulado en la preparación de Roberto López, un entrenador español que venia de entrenar con Carlos Lerner en Francia en cuya cuadra estaban ya estabuladas dos hembras de una u otra forma relacionadas conmigo; Wild Gina (IRE) y Miss Susana (GB), aunque ya les llegara su turno mas adelante.
Pasados varios días desde la llegada de Autum Wind al hipódromo llamé a Roberto y me confirmó lo que suponía; el potro, que tiene un carácter excelente, ha madurado y, tras un primer día de trabajo en el picadero, ya estaba trotando en la pista con el resto de los dos años de su preparación.
En este punto, he de recordar el buen trabajo que desde mediados de septiembre a noviembre de 2007 desarrollaron Ovidio Rodríguez y su hijo Jorge, quienes con suma paciencia domaron al potro y, con ello, allanaron el camino de lo que estaba por llegar en la primavera de 2008.
Admito que la rapidez no es lo mío, que no me gusta nada y que prefiero que no le den un trabajo demasiado intenso al potro, especialmente para evitar lesiones y preservar su salud. Así las cosas, tras varios días de entrenamiento, el 2 de mayo de 2008 me fui hasta Madrid para poder ver a Autumn Wind.
El cambio del potro ha sido tan radical que al principio ni lo conocí. Autumn WInd se ha hecho un caballo, ha crecido hasta alcanzar casi 1.64 m, ha madurado y se ha convertido en un caballo de carreras que, si Roberto es cuidadoso para que las lesiones lo respeten, ganará mas de una carrera en España.
Me duele la boca de decir que no tengo prisa, que quiero ir despacio, aunque Roberto parece que está un poco duro de oído cuando se lo digo. Seguiré insistiendo.
Ahora sólo queda tener calma y esperar hasta el otoño para verlo debutar en la pista de La Zarzuela.
Wild Gina y Sirius emprendieron viaje a Tierra Ibera a donde llegaron a mediados de junio de 2007 para que Roberto los preparase de cara a la subasta.
Tras varios meses de preparación en Palencia, en la subasta de la Asociación que dirige Fernando Melchor las cosas no pintaron tan bien como el año anterior y Sirius, el hijo de Magic Flight nacido en 2006, no cambio de manos al no cubrir la reserva.
A pesar de la decepción, por que el potro estaba muy bien presentado, tengo que admitir que no fue una sorpresa que Sirius no cubriera el precio de reserva. El potro, físicamente más delicado que su hermano, tenía evidentes síntomas de no ser nada precoz y si a eso le añadimos que en 2007 el mercado español de yearlings estaba colapsado por la oferta, y que todo propietario quiere recuperar la inversión rápidamente, el hecho de no alcanzar la reserva no fue nada sorpresivo.
El problema era qué hacer con el potro. La idea era llevarlo de nuevo a Tierra Ibera, aunque pronto, gracias a la generosidad de Ovidio Rodríguez, Sirius paso a engrosar la cuadra de este buen preparador español y, siempre con miras a su venta, a mediados de septiembre de 2007 entró en entrenamiento.
El potro, que siempre ha dado muestras de ser sumamente tranquilo de fácil de manejar, una vez más demostró su buen carácter y pronto, escasos dos días después de llegar a la cuadra de Ovidio, tuve noticias de que estaba montado y casi domado. Aunque me sorprendió la rapidez del preparador, no me extrañó en exceso que fuera tan fácil de manejar aunque, he de admitir, la idea de tanta velocidad en la preparación de cara a su futura vida deportiva no me hacía demasiada gracia en un potro inmaduro y delicado.
Tras dos meses de estancia con Ovidio y su hijo Jorge, cuando el aún yearling ya estaba trotando, opté por parar en seco su entrenamiento en base a una razón para mí fundamental; Sirius era un niño grande, inmaduro y necesitado de tiempo para hacer su hombre, y la estancia en un box todo el invierno, trabajando de cara a su carrera deportiva, no era la mejor idea para evitar una lesión.
A principios de noviembre de 2007 hable con mi amigo Carlos Vázquez, propietario de Haras de Ulzama, la mejor yeguada de cría de caballos de carreras de España, para pedirle el favor de que me dejara tener a Sirius unos meses suelto en el campo. La generosidad de Carlos hizo el resto y a finales de noviembre de 2007 Sirius piso por primera vez los verdes prados de Ulzama.
Allí, en el norte de Navarra, le esperaban unos meses de vida tranquila, relajada, suelto por el día y al cobijo de una buena cuadra por la noche, y siempre bajo los atentos cuidados de Pedro, Isabel, José Luís, Facundo y el resto del equipo de Haras de Ulzama a los que, en honor a la verdad, nunca podré agradecer cómo lo han mimado y cuidado durante el tiempo que se ha prolongado su estancia.
Los meses pasaban y Sirius iba creciendo, se iba haciendo un hombre. Llegó la primavera y con ella su interés por las féminas. Con la temporada de cría y el celo de las yeguas el hijo de Spartacus comenzaba a prestar excesivo intereses a las yeguas de la yeguada, por lo que ya maduro y hecho un caballo, opté por enviarlo al hipódromo para que diera comienzo su vida de carreras.
Pocos días antes de su salida hacia La Zarzuela me puse en contacto con la SFCCE para definitivamente ponerle el nombre de Sirius en su documentación. Ante mi sorpresa, en España no podían hacer nada por que, al haber nacido en Irlanda, me tenía que entender con Weatherbys. Tras varias llamadas a la sección de nombres de Weatherbys me quedó claro que no podía utilizar el nombre de Sirius, en ninguna de sus modalidades, y me recomendaron que le pusiera otro distinto. Probé con varios más pero nada, todos ocupados, aunque al final me quedó uno libre; Autumn Wind.
El 23 de abril de 2008 Autumn Wind desembarcó en el hipódromo de La Zarzuela y fue estabulado en la preparación de Roberto López, un entrenador español que venia de entrenar con Carlos Lerner en Francia en cuya cuadra estaban ya estabuladas dos hembras de una u otra forma relacionadas conmigo; Wild Gina (IRE) y Miss Susana (GB), aunque ya les llegara su turno mas adelante.
Pasados varios días desde la llegada de Autum Wind al hipódromo llamé a Roberto y me confirmó lo que suponía; el potro, que tiene un carácter excelente, ha madurado y, tras un primer día de trabajo en el picadero, ya estaba trotando en la pista con el resto de los dos años de su preparación.
En este punto, he de recordar el buen trabajo que desde mediados de septiembre a noviembre de 2007 desarrollaron Ovidio Rodríguez y su hijo Jorge, quienes con suma paciencia domaron al potro y, con ello, allanaron el camino de lo que estaba por llegar en la primavera de 2008.
Admito que la rapidez no es lo mío, que no me gusta nada y que prefiero que no le den un trabajo demasiado intenso al potro, especialmente para evitar lesiones y preservar su salud. Así las cosas, tras varios días de entrenamiento, el 2 de mayo de 2008 me fui hasta Madrid para poder ver a Autumn Wind.
El cambio del potro ha sido tan radical que al principio ni lo conocí. Autumn WInd se ha hecho un caballo, ha crecido hasta alcanzar casi 1.64 m, ha madurado y se ha convertido en un caballo de carreras que, si Roberto es cuidadoso para que las lesiones lo respeten, ganará mas de una carrera en España.
Me duele la boca de decir que no tengo prisa, que quiero ir despacio, aunque Roberto parece que está un poco duro de oído cuando se lo digo. Seguiré insistiendo.
Ahora sólo queda tener calma y esperar hasta el otoño para verlo debutar en la pista de La Zarzuela.
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