lunes, 20 de diciembre de 2010

Hyperion, el alazán que soñaba con volar (II)

SERENISSIMA

En 1913 nació en Woodlands Stud el primer producto de la recién adquirida Gondolette quien, aunque técnicamente criada por Derby, fue “ideada” por Wavertree en Tully. El foal en cuestión, que era una castaña oscura, fue bautizada con el nombre de Serenissima y, tras haber sido criada en los prados de Newmarket, fue enviada a quien fuera entrenador para Derby durante más de 40 años; George Lambton.

Wavertree, astrólogo y firme creyente en la influencia del horóscopo sobre todos los potros nacidos, insistía en conocer la fecha, hora y lugar del nacimiento de cada foal para poder confeccionar una carta astral de cada uno, y fue así como tuvo la certeza que Minoru estaba predestinado a ganar el Derby, como más tarde ocurrió, de ahí su insistencia en que Lord Beresford, manager del Rey Eduardo VII, aceptara el “préstamo” del caballo para que desarrollara su vida de carreras con los colores reales.

Pero volvamos a Serenissima; La castaña no hizo nada a dos años, por que no llegó a ganar, aunque a tres consiguió dos modestas victorias en el club Welter Plate y en el Havershill Stakes donde batió a la brillante Popingaol.

Una vez finalizada su vida de carreras Serenissima fue retirada a Woodlands Stud donde tuvo una muy prolífica vida como yegua de cría al parir, entre otros, a los campeones Tranquil, Bosworth y Selene aunque para llegar a estos tenemos que hacer un alto y volver la vista a los primeros pasos de Derby a la hora de confeccionar su vuelta a la cría a finales del siglo XIX.

CANTERBURY PILGRIM

Aunque la historia de la familia Derby está íntimamente ligada a la cría y a las carreras, en 1893 el decimosexto Lord Derby optó revivir los viejos laureles de los colores blancos y negros de la familia. Para ello aprovechó que en 1894, tras la muerte de la Duquesa de Montrose, salió a vender en subasta la yeguada, junto a todos los efectivos de cría y carreras de la gran criadora inglesa.
La Duquesa, que corría sus caballos con el mote de “Mr. Manton”, era una mujer excéntrica, de un carácter ciertamente difícil y aterraba a todo a quien trabajaba para ella aunque entre sus virtudes contaba con ser uno de los propietarios/criadores más importantes de la época.

De entre los efectivos y cría y carreras de la Duquesa que salieron a vender algunos llamaron la atención de los consejeros de Derby tanto como para recomendar su comprar a fin de incorporarlos a su nueva aventura como criador. Entre todos los efectivos adquiridos para George Lambton destacó una yearling alazana, cuya compra fue recomendada por John Griffiths, antiguo mozo de Montrose, quien a pesar de tener un físico muy pequeño era casi perfecta y cuyo valor radicaba en su origen.

La alazana, por Tristan y Pilgrimage, era hija de una ganadora de las 2000 Guineas y de las 1000 Guineas para Lord Lonsdale, fue bautizada con el nombre de Canterbury Pilgrim y vino a dar a Derby la victoria en el Oaks de 1896.

La compra era ciertamente arriesgada por dos motivos: El primero era Tristan, un semental duro, con no demasiada calidad y un carácter ciertamente complicado. El Segundo era que su madre, Pilgrimage, había parido a la yearling con 18 años y que su producción previa sólo había tenido corredores útiles pero ningún ganador de importancia.

A pesar de los inconvenientes, la insistencia de Griffiths pesó sobre Derby y la diminuta alazana pasó a George Lambton para ser entrenada con el nombre de Canterbury Pilgrim. Con los meses la compra se reveló dudosa por que la potra, a pesar de ser muy rápida, estaba muy limitada de distancia y no parecía capaz de correr más de 800 metros. Con Lambton desesperado, la luz llego en el meeting de Doncaster del año 1895 cuando un colega se acercó para comentarle que la potra se parecía mucho físicamente a Marie Stuart, una veloz potra a dos años que a tres gano el St. Leger.

Partiendo de esa comparación Lambton paró a Canterbury Pilgrim y la dejo descansar hasta el año siguiente, comenzando una preparación especifica de cara al Oaks, que mas tarde ganó, como también pensando en el Park Hill Stakes y el Jockey Club Stakes que la alazana ganó bien demostrando tener la distancia clásica.

Canterbury Pilgrim fue una gran corredora en la pista aunque en la yeguada brilló con luz propia al ser madre de Swynford (ganador del St. Leger) y de Chaucer (St. Simon), lo que ha hecho tener un importante hueco en la historia del purasangre ingles.

Tras su vida de carreras Canterbury Pilgrim fue retirada a la yeguada donde fue madre de varias hembras, todas de poca importancia, aunque ya hemos hablado de sus dos mejores hijos.

Chaucer era un castaño nacido en 1900, fue el segundo de los hijos de Canterbury Pilgrim y fue fruto de su cruce con St. Simon. Aunque era pequeño y había heredado los mismos defectos físicos de su madre, Chaucer fue bastante precoz ya que fue capaz de ganar cinco de sus salidas a dos años, incluyendo el Gimcrack Stakes, aunque a tres corrió poco y mal ya que toda la preparación de Lambton tuvo una enfermedad y sus efectivos casi no corrieron en el año.

El diminuto castaño permaneció en entrenamiento hasta cumplir los seis años de edad haciéndose con numerosas victorias aunque no estuvo entre los mejores de esos años en las pistas. Duro, consistente y con mucha voluntad, quizá le faltó ese punto de clase necesaria para ser campeón en la pista y en la yeguada, aunque Derby reconoció su labor al considerarlo "fundador" de su yeguada en la placa existente en Woodlands Stud en su honor.
El legado de Chaucer llega hasta nuestros días gracias a ser uno de los mejores padres de madres de la historia de las carreras en las Islas, destacando entre sus muchas y buenas hijas a Selene.

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