viernes, 20 de noviembre de 2009

Adios a Autumn Wind

Llevo días dándole vueltas a esta entrada que el destino y la mala suerte me empujan a escribir; Autumn Wind, el precioso castaño que crié en 2006, tuvo que ser sacrificado hace unos días a consecuencia de una lesión irreversible que se produjo en la pista de entrenamientos el pasado sábado.

Autumn Wind (Sirius hasta que los metomentodo de Weatherbys negaron ese nombre al hijo de Spartacus por que “ya esta cogido”), ha sido un potro muy especial para todo aquel que por una razón u otra ha tenido que bregar con él. Franco, de buen carácter, generoso en su esfuerzo y sumamente fácil de manejar, lo poco que ha tenido tiempo de demostrar ha dejado la impronta de buen caballo y a mí, como criador y padre de la criatura, me ha dejado sumamente satisfecho.

Parece que el hijo de Spartacus, desde que nació en Irlanda el 31 de marzo de 2006, estaba destinado a tener que superar situaciones poco favorables aunque su corazón y valentía siempre, repito que siempre, lo sacaban adelante. Era un luchador.

Poco después de nacer el potro tuvo una serie de problemas intestinales que parecía que iban a tener un final fatal, pero no fue así por que sus ganas de estar en este mundo lo empujaron a luchar y a aferrarse a Magic Flight que con sumo cariño, como siempre, lo cuido hasta hacer de el un precioso potro.

Los meses pasaban y el hijo de Spartacus, siempre bajo la atenta mirada de su madre, jugaba en el prado y empezaba a hacerse un chavalín. Grande, noble y destartalado, el futuro inmediato le tenía preparado un segundo golpe y, por lo que pude ver, bastante duro; El destete.

Magic Flight es una madre inigualable; cría a sus foals como pocas y el potro notó en exceso la separación de la negrilla tanto como para dejar de comer durante días. Triste, su lamento llamando a Magic era desconsolador para quienes en algún momento lo presenciamos a comienzos de otoño de 2006.

Si la pérdida de Magic Flight fue dura, los meses siguientes debieron ser incluso peores. La razón fue que el bastardo hijo de una mala perra que lo tenia a su cargo lo dejo abandonado y solo durante buena parte del invierno hasta entrada la primavera.

Autumn Wind, a su corta edad de yearling, ya había pasado tres pruebas importantes y todas con éxito, aunque su carácter dulce y sus ganas de vivir lo mantenían inquebrantable.

A partir de ese momento la vida del potro dio un giro; A primeros de junio viajo a España, fue estabulado en Tierra Ibera y comenzó su preparación para la subasta de la Asociación. Tras tres meses en Palencia el potro viajo a Madrid (le encantaba viajar y no oponía resistencia alguna a subir al camión) y en la subasta lo recompré. De ahí a la preparación de Ovidio Rodríguez y una vez domado, tras dos meses en entrenamiento, adopte la decisión que creo ha sido la mejor. El hipódromo no era el sitio para el potro, pensé, por que tiene mucho que hacer hasta madurar y tiene que estar en el campo.

Una llamada de teléfono y la generosidad de Carlos Vázquez (con todo su equipo) hicieron el resto. A primeros de noviembre de 2007 Autumn Wind volvía a viajar, pero esta vez lo hacia rumbo a un prado en el valle de Ulzama.

La vida del hijo de Spartacus en Ulzama fue excepcionalmente buena; La mejor. Con todo el equipo pendiente de su evolución, y con un pony como compañero de juegos en el prado, Autumn Wind saboreo las mieles de una vida cojonuda saliendo al prado por la mañana para jugar con su amigo para después, bien entrada la tarde, volver a su cuadra a comer su pienso y pasar la noche.

Agradecido como pocos, el potro fue haciéndose físicamente, madurando, se fue desarrollando y poco a poco fue empezando a dar síntomas de lo que podría llegar a ser. Su físico iba creciendo y mejorando al mismo tiempo que su carácter se mantenía dulce como el de un niño; nunca tenía un mal gesto con nadie.

Tras su primera paso por el hipódromo, el potro volvió de nuevo a Ulzama a primeros de julio de 2008. Muy cambiado, las primeras semanas parecían anunciar que no solo había cambiado por fuera, aunque el paso de los días y la tranquilidad de la yeguada, volvieron a sacar todo lo bueno que llevaba dentro.

A primeros de febrero de 2009 Juan López Valverde se interesó por él y yo, que pensé que era el momento para que demostrara lo que llevaba dentro, se lo vendí.

Si antes decía que llevarlo a Ulzama tras haber sido domado fue un acierto, esta decisión ha sido, sin duda, otro gran acierto.

En la cuadra de Juan el potro tenía toda la paciencia y la atención que necesitaba. Era la casa que siempre quise para él, una buena casa donde no era uno más del lote, por que, como digo a todo el mundo, Autumn Wind era un potro muy muy especial para mi

Durante los meses que se sucedieron a su llegada al hipodromo Autumn Wind fue cambiando físicamente, se termino de hacer un caballo de carreras y tras un incierto debut en su segunda carrera estuvo cuarto. Tras un breve descanso volvió a la pista con dos carreras modestas y en su tercera salida del otoño ya despuntando maneras volviendo sobre sus enemigos cuando parecía estar batido, demostrando asi sus ganas y su corazon para la lucha (siempre galopando en cabeza y con sus orejitas hacia atrás, atento, escuchando las ordenes de su jockey y siempre dispuesto a dar todo lo que tenia dentro).

El sábado, en pleno otoño, una fuerte ráfaga de viento sopló finalmente y el potro tuvo que ser sacrificado tras una fractura del menudillo de una de sus manos.

No es el primer potro que crío, ni será el último, pero tengo la certeza de que pocos (creo que ninguno) serán como él por que Autumn Wind era sumamente especial. Es muy difícil encontrar un caballo con el corazón, la generosidad, la honradez, el carácter y la personalidad de este que ahora se ha marchado.

El viernes 13 de este mes, en una breve visita al hipódromo por razones de trabajo, tuve la oportunidad de verlo en su cuadra. Precioso como siempre, con su manta puesta y descansando después de su trabajo matinal, Autumn Wind, Sirius, salio rápidamente a buscarme al percibir mi presencia en la puerta de su box.

Ávido de cariño, atencion y zanahorias, la mirada brillante de sus ojos llenos de vida me dejaron claro que aquel potrito que casi se me muere de foal se había convertido en un buen caballo de carreras, de físico imponente y que, sobre todo, estaba feliz en su casa con Valverde y su equipo. Tras la breve visita me marché orgulloso del potro al habia dedicado mimos, tiempo, esfuerzo y cuidados durante casi tres años.

Nadie desaparece definitivamente mientras haya quien lo recuerde y Autumn Wind, mientras mi memoria siga en pie y funcionando, estará siempre presente.

Adiós Autumn. Y gracias!!!

Autumn Wind en los prados de Ulzama en 2008

Autumn Wind a enero 2009